El concepto de ikigai, es una palabra japonesa que significa “razón de ser”, es la intersección de cuatro elementos fundamentales: lo que amamos, en lo que somos buenos, lo que el mundo necesita y por lo que nos pueden pagar. En mi caso, mi ikigai se encuentra en la venta de ropa nueva, de segunda mano y productos. Este negocio no solo me permite conectar con mi pasión, sino también ofrecer un servicio valioso a mis clientes, basado en habilidades que he desarrollado con el tiempo.

Lo que amo es la venta de ropa y productos, pues me apasiona ofrecer a los clientes artículos que reflejan estilo, comodidad y calidad. Mi satisfacción proviene del proceso de ayudar a las personas a encontrar prendas y productos que los hagan sentirse bien, tanto en términos de apariencia como de utilidad. En cada interacción, busco brindar una experiencia positiva y personalizada, y ver la satisfacción del cliente es un motivador clave para mí.

En cuanto a lo que soy buena, destaco en la persuasión y atención al cliente. Mi capacidad para comunicarme con los clientes de manera efectiva, entender sus necesidades y convencerlos de la calidad de la mercancía ha sido fundamental en el éxito de mi negocio. Estas habilidades me permiten construir relaciones de confianza, lo cual resulta en decisiones de compra más seguras y satisfactorias para mis clientes.

El mundo necesita lo que ofrezco. En un mercado cada vez más saturado, mi negocio responde a la demanda de productos de calidad, tanto nuevos como de segunda mano, que se adapten a los estilos y necesidades cambiantes de las personas. Ofrecer opciones accesibles y sostenibles en ropa y productos es una forma de contribuir a satisfacer una necesidad creciente en la sociedad moderna, donde la combinación de calidad y precio justo es esencial.

Finalmente, mi negocio es rentable porque los clientes están dispuestos a pagar por los productos que ofrezco. Ya sea ropa nueva o de segunda mano, la clave está en proporcionar productos de valor a un precio accesible. Esto asegura que las personas encuentren lo que buscan sin comprometer la calidad, lo que a su vez, fomenta la repetición de compra y la fidelidad del cliente.