El público al que va dirigido mi negocio de venta de ropa nueva y usada está compuesto por personas que realmente valoran lo que ofrezco. Me enfoco en aquellos que necesitan moda asequible, que buscan ropa que se ajuste a su estilo y presupuesto, sin sacrificar calidad.

Este grupo incluye a quienes prefieren la ropa de segunda mano por su impacto positivo en el medio ambiente, apoyando el consumo sostenible y queriendo reducir el desperdicio.

También me dirijo a aquellos que disfrutan encontrar piezas únicas, prendas que no se ven en todas partes, dándoles un sentido de originalidad y exclusividad. Mis clientes valoran la relación personal que establezco con ellos, saben que me esfuerzo por entender sus gustos y ofrecerles una experiencia de compra donde se sienten apreciados.

Mi objetivo es atraer a un público que sea lo suficientemente amplio como para generar ingresos sostenibles, pero al mismo tiempo, lo suficientemente reducido para que yo pueda ofrecer un servicio de calidad sin comprometerme en exceso. Me aseguro de mantenerme conectada con ellos, adaptándome a sus necesidades y preferencias, que pueden variar con el tiempo.